Intarex se adapta al confinamiento. Se encuentra en Igualada, una de las áreas confinadas por el COVID-19. Sin embargo, se intenta mantener la normalidad dentro de la situación excepcional que se está viviendo. El área ha quedado cerrada y aislada del resto del territorio. Por suerte, se previó un posible escenario que requiriera teletrabajo y se organizó la empresa para adaptarla el máximo posible. Actualmente en la oficina solo trabajan 4 personas, cada una aislada en una sala diferente. De este modo se garantiza la seguridad y la no propagación del virus. El resto de los empleados están disponibles en teletrabajo.
Cabe decir que no todos los empleados viven en la zona confinada. De este modo se podría hacer una visita presencial en caso de estricta necesidad. Sin embargo, Intarex quiere recordar que tiene sus canales de servicio remoto activados para atender a la gran mayoría de las necesidades que puedan surgir.
Las reuniones presenciales que había programadas para al menos las dos próximas semanas se han visto afectadas por las medidas de contención. Por este motivo, las reuniones pueden suspenderse o llevarse a cabo remotamente.
El compromiso de Intarex con la salud obliga a la empresa a respetar los protocolos de la OMS y de las administraciones más próximas. El objetivo de la empresa es que ni los empelados ni sus familias padezcan o sean canal de transmisión del virus. Por este motivo se deben respetar las consignas de la administración, para minimizar los riesgos y superar la crisis lo más rápido posible.
El momento actual es extraordinario e incierto. Por este motivo Intarex quiere transmitir su voluntad de seguir con la máxima normalidad posible. No obstante, el día a día del progreso de la situación actual marcará el nivel de normalidad alcanzable.