
El reciclaje químico surge con fuerza ante la necesidad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Se trata de una técnica cada vez más conocida para tratar los residuos plásticos y transformarlos en sustancias útiles.
En este artículo, examinamos los conceptos básicos del reciclaje químico para que entiendas cómo funciona a grandes rasgos.
Definición: ¿Qué significa “reciclaje químico”?
El reciclaje químico es el proceso a partir del que se transforman desechos plásticos en sustancias útiles o combustibles. Su objetivo es convertir los residuos en materiales válidos para darles una segunda vida.
A partir de reacciones químicas, los procesos de reciclaje químicos descomponen los desechos plásticos en sus partes moleculares constituyentes. Esto permite reconstituirlos en sus materias primas originales y, a continuación, transformarlos en nuevos polímeros o en materias primas petroquímicas.
El reciclado químico puede utilizarse para reciclar una amplia variedad de materiales, como plásticos, neumáticos, papel mezclado y textiles, entre otros.
El objetivo del reciclaje químico es reducir la cantidad de residuos en vertederos y, por lo tanto, la cantidad de emisiones peligrosas a la atmósfera.
⚠️ Es importante mencionar que el reciclado químico está aún en fase de desarrollo. No todos los tipos de residuos son aptos para el reciclado químico y algunos incluso pueden plantear problemas medioambientales y de seguridad si no se tienen en cuenta las precauciones necesarias.
Bonus: ¿El reciclaje químico es reciclaje como tal?
Sí, el reciclaje químico es un tipo de reciclaje.
Se diferencia del reciclado mecánico o tradicional, basado en procesos físicos como triturar, fundir o moler, porque emplea reacciones químicas, pero el resultado es transformar desechos en nuevos materiales reutilizables. Por lo que puede considerarse una forma de reciclaje.
Características clave del reciclaje químico
El reciclaje químico surge como una alternativa al reciclaje mecánico para tratar los residuos del plástico.
El reciclaje mecánico implica derretir los plásticos para crear nuevos productos, pero esto supone un resultado de calidad inferior en comparación con el plástico virgen. Además, el reciclaje mecánico tiene dificultades para tratar ciertos tipos de plásticos, como los contaminados con restos de comida o los que tienen componentes difíciles de separar como tintes u otros tipos de plásticos.
Por su parte, el reciclaje químico permite transformar los desechos del plástico sin que pierdan calidad. Además, permite tratar una amplia variedad de tipos de plásticos.
Recopilamos las características clave del reciclaje químico:
Permite convertir los desechos del plástico en moléculas
En lugar de simplemente reformar el plástico, este tipo de reciclaje convierte los residuos de plástico de nuevo en las moléculas originales a partir de las que se creó.
Tiene una calidad similar al plástico virgen
Debido a los procesos a los que se somete, el plástico reciclado químicamente cuenta con características similares a las del plástico virgen.
Permite darle una segunda vida a plásticos difíciles de reciclar
Los plásticos multicolores, multilaminados o contaminados con restos de comida, por ejemplo, son difíciles de reciclar mecánicamente, pero sí es posible reciclarlos gracias al reciclaje químico.
Facilita el aumento de las tasas de reciclaje
El reciclaje químico puede ayudar a aumentar las tasas de reciclaje, ya que, puede tratar una mayor variedad de tipos de plásticos.
Todavía no ha establecido a gran escala
Aunque existen pequeñas plantas de reciclaje químico en operación, la tecnología aún no está completamente establecida a escala industrial.
¿Cómo se reciclan los productos químicos?
Las tecnologías de reciclaje químico pueden romper los plásticos en sus componentes fundamentales y convertirlos en materiales valiosos que se pueden utilizar para crear nuevos productos químicos y plásticos.
No obstante, no todos los productos químicos se pueden reciclar, se trata de un proceso complejo y, como hemos mencionado anteriormente, todavía en desarrollo. Además, se han de tener en cuenta medidas de seguridad y la manipulación adecuada.
Dicho esto, existen diferentes maneras de llevar a cabo el reciclaje químico, que se pueden simplificar en 3 fases:
- La disolución: se extrae el plástico
Durante este paso, los polímeros se sumergen en solventes para eliminar los aditivos. El plástico se disuelve, es decir, vuelve a la etapa de polímero. Hecho esto, los polímeros se pueden reformular en nuevos plásticos reciclados.
- La despolimerización: se descompone en componentes básicos
La despolimerización emplea la química, los solventes y el calor para transformar los polímeros en moléculas más pequeñas (monómeros), que actuarán como materias primas secundarias en la producción de plástico.
- La conversión: se convierte en materias primas
Por último, la conversión también se vale de procesos químicos, térmicos o catalíticos en un reactor para descomponer los desechos plásticos en una materia prima gaseosa (gasificación) o líquida similar al aceite (pirólisis) como hidrocarburos refinados o productos petroquímicos que luego se procesan para formar la materia prima.
¿Cuándo se utiliza el reciclaje químico?
El reciclaje químico se utiliza principalmente para tratar residuos orgánicos que son difíciles de reciclar mediante procesos mecánicos tradicionales.
En general, se recurre a este tipo de reciclaje cuando los residuos no pueden ser reciclados mediante procesos tradicionales, ya sea debido a su composición química o a su estado físico.
Algunos ejemplos de cuándo se puede llevar a cabo el reciclaje químico incluyen:
- Convertir plásticos difíciles de reciclar en sus monómeros originales para fabricar nuevos productos plásticos.
- Transformar neumáticos usados en combustible, productos químicos y materiales de construcción.
- Tratar residuos tóxicos y convertirlos en compuestos menos tóxicos o en productos químicos útiles.
- Convertir los residuos orgánicos en biogás o en fertilizantes orgánicos.
¿Qué productos químicos se utilizan en el reciclado?
Y, por último, a modo curiosidad, se utilizan diferentes tipos de productos químicos dependiendo del tipo de residuo y del producto final deseado.
Algunos ejemplos de productos químicos utilizados en el reciclaje químico incluyen:
- Ácidos, como el ácido sulfúrico o el ácido clorhídrico, para disolver metales y separar componentes de los residuos.
- Bases, como la soda cáustica o el hidróxido de sodio, para disolver cerámica y algunos tipos de plásticos.
- Solventes, como el cloruro de metileno o el diclorometano, para disolver plásticos y separar componentes de los residuos.
- Enzimas, para descomponer residuos orgánicos en biogás y fabricar productos químicos.
- Catalizadores, como el boro, para promover reacciones químicas y aumentar la eficiencia del proceso de reciclaje.
- Peróxido de hidrógeno, para blanquear algunos materiales durante el proceso de reciclaje.
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