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Qué es una smart factory y cómo convertirse en una

Smart factory, cómo llevar a tu empresa a un nuevo nivel

Una smart factory funciona prácticamente sin intervención humana, con una flexibilidad para adaptarse a los cambios nunca vista, y con la capacidad de autocorregirse. ¿Magia? ¡No! Tecnología. Descubre los beneficios de la producción altamente digitalizada.

¿Qué es una smart factory?

Una smart factory es una fábrica a cuyos procesos se han incorporado nuevas tecnologías. Es un producto de la llamada industria 4.0, la cuarta revolución industrial. 

En una smart factory se utilizan tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o el big data, entre otras. Estas tecnologías se combinan para optimizar el proceso productivo, dando lugar a las llamadas “fábricas del futuro”, fábricas inteligentes o smart factories.

Fábricas inteligentes

Una de las características más llamativas de este tipo de fábricas es la autonomía. Las nuevas tecnologías permiten soluciones que van más allá de la automatización y que permiten prescindir de la acción humana durante casi la totalidad del proceso productivo. 

Una smart factory tiene la capacidad de autocorregirse, es decir, de detectar errores que tengan lugar durante el proceso productivo, subsanarlos y aprender de ellos.

Otra característica definitoria de una smart factory es la conectividad: en una smart factory, las herramientas, los dispositivos y los sistemas de producción están conectados entre sí. 

Conectar el mundo físico con el mundo digital permite monitorizar todo el proceso, recogiendo cantidades ingentes de datos que pueden ser depurados para utilizarlos después con diferentes propósitos. 

Obtener información sobre las herramientas y máquinas de la cadena de producción o el trabajo de cada uno de los operadores permitirá optimizar los procesos productivos, predecir o detectar incidencias o aportar información relevante para la toma de decisiones.

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Por ejemplo, el flujo constante de datos permite detectar recursos productivos que están infrautilizados, reducir tiempos de parada de las máquinas o minimizar los residuos. Las diferentes optimizaciones permiten reducir los costes, mejorar la productividad y alcanzar nuevas oportunidades.

¿Qué nuevas tecnologías se utilizan en una Smart Factory?

Una smart factory funciona gracias a la intervención de varias tecnologías. Estas son algunas de ellas:

iiot big data y cloud computing

Big Data

Esta tecnología permite manejar con eficiencia los grandes volúmenes de datos que se generan gracias a la conectividad. El análisis de estos datos se utiliza sobre todo para identificar patrones de comportamiento y para hacer previsiones. Esto se aplica para detectar errores o controles predictivos de calidad.

Cloud Computing

Una solución en la nube hace posible almacenar la gran cantidad de datos que se generan en una smart factory, y además a un coste menor que el de otras opciones. Además del almacenamiento de datos, la tecnología cloud computing facilita el posterior acceso a los mismos a través de cualquier dispositivo conectado a internet.

IIoT (Industrial Internet of Things)

IIOT es un término que resulta de aplicar el internet de las cosas al sector de la industria. Se refiere a los dispositivos y máquinas conectados mediante un sistema de conexión de datos que les permite intercambiar información y utilizarla en tiempo real.

En muchos casos, la tecnología IIoT se aplica gracias al uso de sensores, que recogen los datos en determinadas fases de la fabricación y los almacenan en la nube.

¿Cómo convertirse en una smart factory?

La adopción de las nuevas tecnologías es un proceso costoso y que reviste cierta complejidad, pero que debe verse como una oportunidad de crecimiento, de aumento de la productividad, de optimización… incluso de supervivencia: no sumarse a la digitalización es sinónimo hoy en día de pérdida de competitividad.

Sin embargo, una digitalización exitosa va mucho más allá de invertir en costosas tecnologías. El punto de partida es un análisis para identificar necesidades y objetivos, y desarrollar un plan estratégico a partir de estos.

El proceso pasa por identificar a las personas que han de formar el equipo de trabajo que impulsará el proyecto de transformación digital. En muchos casos, el equipo interno necesitará del asesoramiento y ayuda de un partner tecnológico profesional.

La tecnología es clave en una smart factory

Además de invertir en tecnología, es preciso invertir en la formación de la plantilla, que deben vivir la transformación como una oportunidad de crecimiento y no como una amenaza. 

Una vez planificado cuidadosamente el proceso y definido el equipo que va a hacer posible la transformación, será el momento de invertir en nuevas tecnologías, según las necesidades y objetivos que se hayan identificado.

Por último, recordemos que una smart factory es un espacio de mejora constante. Es preciso medir los resultados clave, evaluarlos y hacer correcciones, en un proceso iterativo. 

En resumen, una smart factory es un sistema lo bastante flexible para satisfacer las demandas de la industria, adaptándose a los cambios en tiempo casi real y consiguiendo importantes optimizaciones: ¡lleva tu empresa a un nuevo nivel!

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